jueves, 30 de junio de 2011

+ Egoísmo Insignificante +

El egoísmo insignificante.
La estupidez más grande.
Encerrados en esos pequeños mundos.
Creyéndose indispensables y tan importantes.

Viven para acumular.
Acumulan para vivir.
Desde cuando la felicidad se encuentra específicamente en lo material.
En el egoísmo insignificante de tener y retener, hasta asfixiarse en lo banal.

Comprendan de una vez por todas.
Que no se acumula como razón de vivir.
Como patética excusa de presumir.
O con la absurda idea de comprar hasta la felicidad.

Irónicamente, cada peso ganado de esa forma mezquina.
No brinda satisfacción, sino pobreza mental.
Y tampoco es que defienda que es bueno despilfarrar.
Como todo en esta vida, hay un balance ideal.

La única realidad absoluta:
¡Es que no existe realidad absoluta alguna!

Es relativa esa vida de acumulada falsedad.
Actitud despreciable ante los ojos
De aquel que a lo físico y material
Ha sabido trascender.

Siempre habrá algo oculto para la persona del común
Con la ignorancia de ni siquiera saber
Que sufre de esta misma al no querer ver y entender.

Solo estos tontos se enorgullecen de estupidos actos.
¿Acaso desean continuar siguiendo a un rebaño sin ideales?

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Comprendan de una buena vez.
Que al irse de acá, nada se van a llevar.

Y aparte de la riqueza mental,
de todas las emociones genuinas que no se pueden comprar,
nada tiene valor real.

Es hora de abrir los ojos, poner los pies sobre la tierra.

No permitamos que esto sea idealismo:
Empecemos a tener el alma de tranquilidad.
De saber querer y apreciar.
De querer comprender y hacer el bien.

Es hora de hacer el cambio, hacia lo mejor.
Crear el propio destino.
No es cambiar por cambiar, es convicción propia.
Entender que es el mejor camino.

El mundo está hecho realmente...
de las acciones buenas que compartimos
de hermosos recuerdos que construimos,
del amor que podamos brindar.

¡Y siempre vale la pena soñar...
con un mejor lugar!


* Andrés Fajardo B. *